Un efecto negativo sobre el desempeño del comercio y la inversión mundial traerán el terremoto y tsunami que arrasaron Japón el viernes pasado, principalmente a la región Asia-Pacífico, aseveró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Alicia Bárcenas. “En América Latina estamos preocupados, si bien aún hay incertidumbre en Europa y Estados Unidos, lo que sucedió en Japón afectará la región Asia-Pacífico, que ha sido el gran motor de la economía mundial, y eso puede impactar en los próximos meses”, dijo la experta. Según Bárcenas, Japón resentirá un impacto importante en su producto bruto interno (PBI) este año, pero al empezar las labores de reconstrucción el país volverá a la ruta del crecimiento. Sin embargo, vaticinó que “después del fuerte impacto que tendrá (Japón) este año, el próximo, cuando se inicien las labores de reconstrucción le va a pasar lo que a Chile y Haití, que después del terremoto tuvieron un golpe serio, pero en 2011 serán las dos economías que más van a crecer en América Latina”.
Bajo ello, Bárcenas comentó que México y América Latina pueden jugar un rol importante en la reconstrucción de Japón tanto en el abastecimiento de bienes primarios, como en acero y cobre, sectores estratégicos en la industria automotriz.
“La etapa de reconstrucción puede ser un tema positivo para América Latina, hay empresas japonesas del sector que tienen grandes inversiones en México y Brasil que pueden decidir fortalecerlas para salir de su crisis”, declaró.
No obstante, habrá problemas en el ámbito comercial, pues las exportaciones de productos al territorio asiático pueden verse afectadas en su demanda el 2011 a causa de los fenómenos naturales. Asimismo, la experta no descartó una recesión mundial.
Impacto y consecuencias en la Economía Mundial
Tras el terremoto y posterior tsunami, la tercera economía del mundo enfrenta su mayor problema, que es controlar las fallas en la planta nuclear de Fukushima Dariichi. En estos momentos, la apreciación del yen es mucho más nociva, por eso la ayuda del G-7 a Japón es indispensable El mercado sabe que habrá una repatriación de capitales para la reconstrucción de este país, lo que desconoce es cuánto costará, y puede ocasionar una mayor apreciación del yen, afectando aún más a la economía nipona.
A cuatro días de distancia del sismo y tsunami ocurrido en Japón, los mercados financieros a nivel global comienzan a sentir el impacto que dejó el fenómeno natural en la tercera economía mundial.
En la jornada, el foco de atención fue que, tras explosiones en dos reactores de una central nuclear en Japón, se liberaron bajos niveles de radiación hacia Tokio, provocando una potencial crisis de carácter nuclear, que mantuvo a los inversionistas alejados de activos considerados riesgosos como lo son los mercados accionarios en general.
En Europa el principal índice de la zona cerró con un descenso de 2.2%, a 1,084.70 puntos, su mínimo nivel desde el 30 de noviembre del 2010, luego de recortar en las últimas operaciones parte de las enormes pérdidas sufridas.
En EU los índices de Wall Street reaccionaron poco a datos mixtos de la economía local, concentrándose en la situación nipona y moderando su retroceso tras el comunicado de la Fed que señala un positivo panorama para la economía estadounidense.
En América latina los mercados cayeron, siguiendo la tendencia global. El principal índice bursátil de México, el IPC, perdió 0.53%, a 36,012.17 puntos.
El punto crítico es cuánto durará esta crisis, si lo resuelven rápido o se profundiza y dependiendo de su duración será la afectación que tenga en la economía mundial", pero si se resuelve rápidamente (en los próximos días) el segundo factor en el que se concentrarán será la reconstrucción, que es un punto que ayudará a otras economías".
Lo que se percibe hasta el momento es que sí habrá un impacto que será transitorio, los inversionistas ofrecieron algunas razones para afirmar que el desastre en Japón no tendrá un efecto grande en el mercado.
Primero: la economía de Japón no ha liderado el crecimiento en años. Aunque Japón es la tercera economía mundial, justo detrás de Estados Unidos y China, el producto interno bruto (PIB) de Japón se ha mantenido sin cambios desde finales de la década de los 90.
En segundo lugar, los inversionistas no han esperado que Japón ayude a que la economía mundial salga de la recesión, a diferencia de su vecino asiático, China. Si el terremoto hubiera ocurrido en una importante zona industrializada de China, los inversionistas tendrían más razones para preocuparse.
Además, los inversionistas esperan que Japón gaste recursos para reconstruir su infraestructura, lo que traerá un impulso a mediano plazo de la economía del país.
"Si hubiera un resquicio de esperanza en este terremoto, sería que el Gobierno nipón tendrá que invertir fuertemente en infraestructura y en otros activos", opina Charles Whitehead, académico de la Cornell University y ex ejecutivo de Citigroup, que laboró en Japón.
Por lo demás, siguen las interrogantes sobre la situación de las centrales nucleares de Japón, y si la fusión parcial en una de sus centrales pudiera impactar la producción global futura de energía.
En el caso específico de nuestro país encontramos una gran industria automotriz japonesa que por un lado, Mazda de México aseguró poder satisfacer las ventas en el mercado nacional no obstante que sus plantas en Hiroshima y Hofu detuvieron la producción de vehículos que llegan a México.
A pesar de este comunicado se constata que la industria automotriz de México dejará de producir algunos modelos de vehículos por la falta de autopartes surtidas desde Japón, además de verse afectada la fabricación de piezas y sistemas de los vehículos, como consecuencia de los terremotos y el tsunami en ese país asiático.
De entrada se espera un daño evaluado por 250 millones de dólares, al dejar de recibir autopartes japonesas para los vehículos durante un mes, dijo Agustín Ríos Matence, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
En conferencia de prensa, para dar a conocer la Semana Internacional de la Industria Automotriz (del 4 al 8 de abril), el ejecutivo precisó que un auto se compone de 30,000 partes derivadas del acero, hule, vidrio, entre otros; de modo que si una bujía falta para completar la fabricación del auto, este proceso tendrá que ser parado sin sacar a la venta el producto.
Aportación hecha por: Agustín Zavala Pérez